Este año, 2017, se celebra el LV aniversario de la Política Agraria Común (PAC) de la Unión Europea. La política agraria de la Unión Europea, es una de las políticas más importantes, y regula uno de los mayores sectores económicos de la Unión Europea, garantizando un nivel de vida digno a los agricultores, un suministro estable de alimentos, la protección del medio ambiente y la seguridad de los alimentos. Actualmente está vigente la PAC 2015-2020 pero este año, la Comisión Europea realizó una consulta pública sobre el “Futuro de la Política Agraria Común”, que se pudo responder hasta el 2 de mayo de 2017 y ya se piensa en reformas y medidas para la PAC post 2020. Entrevistamos a Pedro Gómez, presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Cantabria (ASAJA), a la que pertenecen más de 1.000 socios, para conocer la situación en Cantabria, desde dentro.
- La PAC en Cantabria, mediante las distintas líneas de ayudas, sirve de apoyo a la renta de 4.600 agricultores y ganaderos ¿cree que es suficiente?
Efectivamente la PAC ha sido y sigue siendo un apoyo a las rentas de los productores, que ha contribuido a modernizar las explotaciones, incrementar la productividad y al mantenimiento de la actividad agraria. Sin embargo, también es cierto que con las últimas reformas se ha reducido el nivel de apoyo que tenían los productores. Concretamente, en la última del 2015 se han reducido sustancialmente tanto los fondos de desarrollo rural como las ayudas directas, siendo en este caso una reducción más significativa. Aunque también es cierto que en el caso de la ganadería esta reducción se ha visto compensada por el establecimiento de unas ayudas asociadas a determinados sectores con dificultades, que se mantendrán hasta el año 2017, cuando serán revisadas por el FEGA para decidir si se mantiene este pago asociado hasta el 2020 (debido fundamentalmente al retroceso y crisis de los sectores ganaderos). Hay otro aspecto que a nuestro juicio la PAC no ha sabido solucionar y es el grave despoblamiento de las zonas rurales.
- ¿Cuáles han sido y son las principales líneas de actuación de esta PAC 2014-2020 en nuestra región?
El año 2014 fue un año de transición. Se prorrogó la PAC del período anterior al no alcanzarse un acuerdo, entrando en vigor la nueva PAC en 2015. En este nuevo período, la PAC persigue garantizar la renta de los productores introduciendo nuevos elementos que en el período anterior no se habían considerado. Se ha pasado de un desacoplamiento de las ayudas (flexibilización para ejercer una u otra actividad agraria independiente de la que generó los pagos) a unos pagos asociados vinculados a la producción, premiando el greening (practicas medioambientales) y la lucha contra el cambio climático. Otros objetivos siguen siendo la seguridad alimentaria y el apoyo a las zonas desfavorecidas.
- ¿Las cuotas impuestas por la Unión Europea, a través de la PAC, por ejemplo a la producción de leche, cómo han afectado a los ganaderos de vaca frisona?
El año de incorporación de España a la Unión Europea coincidió con el establecimiento de las cuotas lecheras en la UE. Esta situación provocó que a España se le asignase una cuota de producción muy por debajo de su producción real y del consumo nacional. Las consecuencias fueron que España se convirtió en el sumidero de los excedentes franceses fundamentalmente y que el sector se reestructurase a un ritmo de vértigo, pasando Cantabria de tener más de 15.000 productores en el año 1990, a pocos más de 1200 en la actualidad. Con la desaparición de las cuotas de la leche en el año 2015 (hecho que supuso un expolio del patrimonio del ganadero, que vio como desaparecía el mayor activo de la explotación), las cosas fueron a peor, ya que al exceso de producción de la UE se sumó el veto ruso y al descenso de compras de productos lácteos por parte del mercado asiático, lo que originó una enorme crisis de precios que todavía perdura en la actualidad. Con este panorama, actualmente existe una gran inestabilidad, debida a la elevada volatilidad de los precios y a una deslocalización de la producción desde las zonas tradicionalmente productoras de la cornisa hacia áreas más cercanas a los grandes núcleos de población y de las zonas más desfavorecidas (montaña) hacia zonas con buenas comunicaciones (costa).
- ¿Cuáles son los retos de su sector en Cantabria de cara al futuro, después de 2020?
El principal problema que tiene el sector ganadero es el abandono de la actividad agraria, propiciada por la falta de relevo generacional en las explotaciones y/o el éxodo rural. Esta situación se debe en gran medida a la escasa rentabilidad de las mismas, provocado por la pinza que ejercen los otros eslabones de la cadena, que imponen al ganadero los precios de compra y de venta de los productos provocando una falta de compensación con los costes de producción. El principal reto es que tanto la Ley de la Cadena Alimentaria como el paquete lácteo sean herramientas suficientes para reconducir y equilibrar la situación y que a partir de dotar a las explotaciones de rentabilidad, se incentive a la población joven a continuar en las áreas rurales a partir de la actividad agraria.
- ¿Cree que Cantabria debe defender el mantenimiento de la PAC a partir de 2020?
Sí, sin lugar a dudas. Y no solo mantenerlo, si no que es necesario incrementarlo y mejorarlo. La PAC es necesaria puesto que constituye un apoyo a la renta de los agricultores y ganaderos, pero además, también contribuye a que el consumidor disponga de unos alimentos seguros y de calidad, ayudan a fijar la población en el medio rural y evita el despoblamiento, favorece la conservación del medio natural combatiendo el cambio climático, así como otras funciones sociales y ambientales. En cuanto a la afirmación que he hecho de que hay que mejorarlo, me baso en la necesidad manifiesta de una simplificación de la PAC, ya que la actual es farragosa y complicada, cargada de una enorme burocracia para agricultores y ganaderos. La nueva PAC tiene que ser una herramienta que facilite los trámites administrativos para su realización. Para un horizonte más allá de 2020, la comisión tiene la intención de presentar un documento donde se expongan los nuevos e importantes desafíos a los que se enfrenta. Nos encontramos en un clima de grandes cambios sociales en Europa, como el BREXIT o el terrorismo radical, y que afectan directamente a las decisiones que se tomarán en cuanto a la dirección de los fondos, y sus cuantías, y lo que supone una lucha para mantener los destinados al medio rural. Además, también hay que tener en cuenta los acuerdos de Mercosur y la OMC, que cada vez ejercen mayores presiones para la reducción de los aranceles para la importación de sus productos, con menores exigencias a la hora de producir y por lo tanto mayores rentabilidades.
- Los resultados de la consulta pública, decían que las principales preocupaciones de ganaderos y agricultores eran el medioambiente, la despoblación del medio rural y la desigualdad existente entre campo y ciudad. Conociendo la situación de Cantabria ¿estas preocupaciones encajan con los problemas de la región?
Sí, encajan por completo en los problemas que nos encontramos en el campo en Cantabria. Por un lado, el interés de los miembros jóvenes de las familias por esta actividad es garantía de continuidad. Sin embargo, en la mayoría de los casos la población más joven no muestra interés por tomar el relevo. A pesar de la modernización de las explotaciones, el trabajo sigue siendo duro y el horario lo hace muchas veces incompatible con el tiempo de ocio y de vacaciones, que se presenta como fundamental. Por otro lado, el esfuerzo en dedicación tampoco suele verse recompensado económicamente. Es por ello que, como he mencionado ya con anterioridad, no existe un relevo generacional. Por otro lado, uno de los mayores problemas es la brecha que hay entre las áreas urbanas y las rurales. Cantabria es una Comunidad Autónoma pequeña, en la que con las infraestructuras disponibles no hay distancias, todo está relativamente cercano. Esto contribuye a que la gente vaya con facilidad desde las áreas rurales a las áreas urbanas, sin necesidad de permanecer en las zonas rurales. A pesar de ello, la población prefiere establecerse en los núcleos urbanos, sobre todo la población joven, debido a una mayor cercanía a los servicios y a los grandes centros de ocio.
- La PAC, fomenta, entre otras muchas cosas, que los ganaderos y agricultores puedan desarrollar su actividad de una manera digna ¿Cree que en Cantabria, su labor, está suficientemente reconocida?
Cantabria es una región de reducida dimensión en la que la mayoría de los habitantes de las zonas urbanas provienen del medio rural. En los últimos años si que creo que se está produciendo un desapego hacia la actividad agraria y los ganaderos, debido fundamentalmente a la pérdida de los lazos que unían a esa gente con el medio rural y a que socialmente la actividad ganadera ha pasado a un lugar rezagado en la lista de profesiones valoradas. Además, en los últimos años nos hemos centrado más en el sector productor, y nos hemos olvidado un poco de la difusión de nuestro producto en la sociedad, lo que ha provocado que las generaciones más jóvenes desconozcan de donde vienen, como se producen y quien produce los alimentos que diariamente consumen. Ahora hay de nuevo un cambio de tendencia y buena parte de los consumidores se han dado cuenta de que es importante conocer qué es lo que hay detrás de los productos que consumen, valorando más la calidad, la cercanía, la frescura del producto y la confianza. Dicho esto, también consideramos necesario hacer pedagogía en los más jóvenes, siendo necesario para ello explicar en los colegios la importancia de los agricultores y ganaderos como productores de alimentos, hecho que sin duda contribuiría a estrechar lazos y dignificar y valorar la profesión. Por último, quiero destacar el importantísimo papel que históricamente han desarrollado las mujeres rurales en la consolidación y el mantenimiento de las explotaciones agrarias con su trabajo y dedicación, constituyéndose como pilar fundamental en el sustento de las familias y conciliando la actividad agraria, la vida social y la vida familiar.