Las asociaciones OVICAN, ASAJA Cantabria y UGAM-COAG; los representantes de los grupos conservacionistas de la Fundación Oso Pardo, Fundación Naturaleza y Hombre, Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, Gedemol, Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, y la Federación Cántabra de Caza consensúan un documento en el que solicitan a la consejería de Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural del Gobierno de Cantabria la creación urgente de la Mesa del Lobo, con el fin de elaborar el Plan de Gestión que resuelva un problema que se ha vuelto crónico. Asimismo, se integran una serie de medidas, que deberían servir de base para diseñar el Plan.
Esta iniciativa, nace ante la problemática del lobo, que afecta a distintos agentes sociales y que viene generando controversias a lo largo de estos años sin que se haya abordado con la importancia que merece. Así, al haberse solicitado en numerosas ocasiones una Mesa del Lobo en Cantabria que dé respuesta a un problema enquistado, algunos de los actores más representativos han decidido unirse para redactar un documento que aúna los planteamientos de todos, algo histórico, porque el lobo siempre ha generado discordias entre ganaderos y conservacionistas. En las mesas de trabajo para consensuar el documento, se ha resaltado la importancia del diálogo y del trabajo conjunto como elemento fundamental para conseguir el bien común.
Los ejes del documento, giran en torno a la participación de los agentes implicados, compatibilización del lobo con la ganadería, medidas de control, la indemnización por daños, medidas de prevención, medidas compensatorias y mortalidad ilegal de la especie. Los puntos que más controversia pueden generar, se han valorado y plasmado en el documento que esta “Mesa del Lobo” ha trasladado al Gobierno. Todos los participantes coinciden en que gracias a estos encuentros de trabajo, se ha avanzado notablemente en los puntos que pueden ser más conflictivos en la aprobación del Plan de Gestión.
Durante la mañana de hoy, se ha presentado, con ilusión y optimismo, el acuerdo alcanzado y se ha manifestado por parte de todos los firmantes el interés de trabajar con consejería de Ganadería. Con todo, se valora que Ganadería tenga pensado terminar el Plan de Gestión a finales del próximo semestre, pero no será un acuerdo si no se debate con ganaderos, conservacionistas y cazadores; es por este motivo, por el que se solicita la creación urgente de la Mesa del Lobo oficial.
Un acuerdo histórico
El mundo ganadero siempre ha estado en lucha constante con el lobo por todas las pérdidas que ocasiona en la cabaña ganadera. Normalmente, los grupos conservacionistas, ganaderos y cazadores han chocado a la hora de valorar posibles soluciones. En esta ocasión, se ha logrado por primera vez, consensuar los puntos más calientes y que más controversias generan entre estos tres bandos. Desde el primer instante, se asumió que había que buscar acuerdos que permitieran la cohabitación de este gran depredador con el ganado, generando los menores daños posibles, y se renunció a los intereses individualistas. Así todo, se tiene consciencia de que los grupos más radicales no estarán de acuerdo con las medidas tomadas, pero se hace un llamamiento al sentido común para que las aportaciones que se hagan a raíz de este consenso, sean constructivas, haciendo una valoración global del problema del lobo.
Texto de consenso
Las asociaciones Ovican, ASAJA Cantabria, UGAM-COAG, Federación Cántabra de Caza, Fundación Naturaleza y Hombre, Gedemol, Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, Fundación Oso Pardo y Fundación Félix Rodríguez de la Fuente han alcanzado un acuerdo para la conservación del lobo en Cantabria, consensuando una series de aspectos relativos a la gestión de la especie que asegure su conservación y su cohabitación con las actividades ganaderas.
Las organizaciones firmantes exponen los siguiente:
“En todos los países donde hay lobos su gestión no está libre de dificultades y controversias, por los ataques al ganado y por encarnar símbolos opuestos para diferentes sectores de la sociedad. Cualquier Plan de Gestión de la especie exige que los colectivos implicados derrochen tolerancia y agudicen su capacidad de alcanzar acuerdos y compromisos, en los que inevitablemente cada grupo deberá renunciar a una parte de sus reivindicaciones en beneficio de un consenso razonable.
Conscientes de ello, los abajo firmantes, representantes de las asociaciones ganaderas, de la Federación Cántabra de Caza y de asociaciones conservacionistas de Cantabria, nos hemos reunido en diferentes ocasiones con el objeto de consensuar directrices y medidas sobre los aspectos más relevantes y que ofrecen más dificultad de la gestión del lobo. No hemos debatido otras medidas de investigación, sensibilización o turismo vinculado al lobo, que también son sensibles de incorporarse a un Plan de Gestión con el fin de procurar la cohabitación.
Queremos destacar que esas reuniones se han desarrollado con una resaltable cordialidad, sensatez y con un esfuerzo notable por todas las partes para buscar el mejor consenso. Las directrices y medidas que hemos consensuado y proponemos que sean recogidas, junto a otras a debatir, en el Plan de Gestión del Lobo en Cantabria, se exponen a continuación.
LA APROBACIÓN DE UN PLAN DE GESTIÓN DEL LOBO EN CANTABRIA
Primera.- La primera y fundamental reivindicación que queremos trasladar al Gobierno Regional y a los representantes de partidos políticos con presencia en Cantabria es la necesidad urgente de elaborar y aprobar un Plan de Gestión del Lobo en Cantabria, en la línea de los documentos aprobados por CCAA vecinas: Galicia (aprobado en 2008), Asturias (aprobado en 2002 y actualmente en fase final de revisión) y Castilla y León (aprobado en 2008 y actualmente en fase final de revisión). Los planes tienen objetivos similares, que pueden resumirse en mantener una población de lobos viable coexistiendo de la mejor manera posible con las explotaciones agroganaderas y la población del medio rural, minimizando la incidencia sobre la cabaña ganadera y optimizando la política de compensación de daños.
Segunda.- El Plan de Gestión del Lobo tiene que incorporar la Mesa del Lobo en Cantabria, como órgano de participación, asesoramiento e intercambio de experiencias entre todos los sectores sociales implicados. Los abajo firmantes somos realmente el germen de la Mesa del Lobo, y proponemos a la consejería de Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural que seamos tenidos en cuenta en la composición formal de la Mesa del Lobo. Con independencia de otros actores cuya presencia se considere necesaria en esa Mesa, sería conveniente contar también con representantes de la guardería del Gobierno Regional y del Seprona.
EL ÁMBITO DE APLICACIÓN DEL PLAN DE GESTIÓN
Tercera.- El ámbito de aplicación del Plan de Gestión tendría que ser en la totalidad del territorio de Cantabria. Con el objetivo de favorecer una gestión más eficaz, es conveniente establecer una zonificación atendiendo a las distintas características orográficas, socioeconómicas y ecológicas del territorio. Esta zonificación deberá tener en cuenta la idoneidad o no de los territorios para albergar una población estable de lobos. Además, es conveniente revisar periódicamente la citada zonificación.
LA COMPATIBILIZACIÓN CON LA GANADERÍA
Medidas de control
Cuarta.- Medidas de control poblacional. Consideramos que los cupos de extracción tienen que determinarse a partir de estimaciones de la población rigurosas que, en una Comunidad de poca extensión como es Cantabria, deberían realizarse con una periodicidad bianual, y teniendo en cuenta criterios técnicos y científicos como el censo, la presencia continuada de ejemplares en zonas declaradas como no idóneas para la especie, la disponibilidad y densidad de presas silvestres y el número de daños. Según los resultados del estudio, se tienen que establecer los métodos de control más eficaces y apropiados para cada zona.
La indemnización de los daños
Quinta.- El coste de los daños tiene que ser asumido en su totalidad y en todo el territorio de Cantabria por la Consejería, que detente las competencias de gestión de la Biodiversidad. Los daños de lobo tienen que suponer el coste cero para los ganaderos. El mecanismo para el pago de los daños tiene que ser aquel que garantice que los ganaderos cobren las indemnizaciones en un plazo razonablemente breve, minimizando la burocratización actual. El peritaje es recomendable que siga siendo realizado por los guardas, ateniéndose a un protocolo claro que descarte las interpretaciones subjetivas o arbitrarias. En casos excepcionales y muy bien justificados, se debería permitir al ganadero recusar a un perito. Los peritajes y la resolución de los expedientes tienen que tener en cuenta la dificultad técnica a la hora de determinar en muchos casos si los daños han sido ocasionados por perros o por lobos; cuando haya dudas razonables, la resolución tiene que favorecer al ganadero. En este sentido, sería conveniente que el sistema de indemnización que se adopte contemple la depredación por cánidos, sin tener que demostrar la participación del lobo, para evitar la inseguridad jurídica y la denegación de los expedientes en los que esta participación no se ha demostrado con total seguridad. Proponemos que a la hora de valorar adecuadamente los daños se tengan en cuenta las diferencias de edad, raza y genética dentro cada uno de los tipos de ganado, con el fin de que la indemnización sea lo más justa posible, adaptada a cada animal.
Sexta.- Entendemos que el cobro de indemnizaciones no está supeditado a que el ganadero tenga la obligatoriedad de implementar las medidas preventivas que aparecen en el siguiente apartado.
Séptima.- Consideramos muy conveniente que el Plan de Gestión contemple la creación de una ‘Comisión de Daños’, que se reúna periódicamente para llevar un seguimiento continuo de los daños provocados por el lobo y evalúe el buen funcionamiento del sistema de indemnización. Para favorecer el buen trabajo de esta Comisión, sería interesante establecer un ‘Buzón de atención al ganadero’ que recoja las sugerencias y aportaciones de los ganaderos.
Medidas de prevención
Octava.- Con el objeto de reducir los daños de los lobos a las explotaciones ganaderas, consideramos necesario que se favorezca y generalice la adopción de medidas de prevención de daños, como el empleo de mastines, cercados electrificados fijos o móviles, el agrupamiento de rebaños y la contratación de pastores, y aquellas otras medidas que puedan contribuir a disminuir los ataques de lobo. Para generalizar las medidas de prevención, que se detallarían en el Plan de Gestión según zonas y tipo de explotación, se propone que la administración competente establezca una línea de subvenciones que cubra el coste total de las medidas preventivas.
Novena.- Las medidas de prevención son irrenunciables para disminuir la conflictividad asociada a los ataques de lobo y, por ello, además de un coste cero para el ganadero, los abajo firmantes tenemos que hacer un trabajo muy importante de concienciación y un esfuerzo para divulgar y favorecer la adopción de las medidas preventivas.
Medidas compensatorias
Décima.- De forma complementaria, y dada la incidencia de la especie sobre algunas explotaciones ganaderas y la conflictividad social que genera, proponemos el establecimiento de un fondo económico, vinculado al Plan de Gestión, que cubra el sobrecoste que supone la convivencia con esta especie y compense el lucro cesante. El Plan de Gestión recogería, a propuesta de la Mesa del Lobo, los criterios de compensación. Solamente podrán beneficiarse de estas ayudas, las explotaciones ganaderas que hayan adoptado medidas de prevención.
Undécima.- Vinculado a este fondo, proponemos que se articulen ayudas económicas a proyectos presentados por los ganaderos, cooperativas o sindicatos, que reduzcan los daños del lobo mediante cambios en el manejo del ganado, en la producción o a través de la integración de nuevas actividades económicas que rentabilicen la protección del medio natural en las explotaciones.
LA MORTALIDAD ILEGAL DE LA ESPECIE
Duodécima.- Los abajo firmantes queremos demostrar nuestro compromiso con las medidas para combatir la muerte ilegal de lobos que en su momento recoja el Plan de Gestión, manifestando nuestra tolerancia cero con el furtivismo y el uso de veneno.
Por todo ello los firmantes, SOLICITAMOS la creación urgente de la Mesa del Lobo en Cantabria como órgano de participación, asesoramiento e intercambio de experiencias entre todos los sectores sociales implicados al objeto de debatir las propuestas que se adjuntan en el presente escrito, y sumar todas aquellas que ser propongan y que enriquezcan normativamente un verdadero -Plan de la Gestión del Lobo- que sea asumido por instituciones y ciudadanos de Cantabria .”
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BASES DEL DOCUMENTO PRESENTADO:
Que en todos los países donde hay lobos, su gestión no está libre de dificultades y controversias, por los ataques al ganado y por encarnar símbolos opuestos para diferentes sectores de la sociedad. Cualquier Plan de Gestión de la especie exige que los colectivos implicados derrochen tolerancia y agudicen su capacidad de alcanzar acuerdos y compromisos, en los que inevitablemente cada grupo deberá renunciar a una parte de sus reivindicaciones en beneficio de un consenso razonable.
Conscientes de ello, los abajo firmantes, representantes de las asociaciones ganaderas, de la Federación Cántabra de Caza y de asociaciones conservacionistas de Cantabria, nos hemos reunido en diferentes ocasiones con el objeto de consensuar directrices y medidas sobre los aspectos más relevantes y que ofrecen más dificultad de la gestión del lobo. No hemos debatido otras medidas de investigación, sensibilización, turismo vinculado al lobo, que también son sensibles de incorporarse a un Plan de Gestión con el fin de procurar la cohabitación.
Queremos destacar, que esas reuniones se han desarrollado con una resaltable cordialidad, sensatez y con un esfuerzo notable por todas las partes para buscar el mejor consenso. Las directrices y medidas que hemos consensuado y proponemos que sean recogidas, junto a otras a debatir, en el Plan de Gestión del Lobo en Cantabria, se exponen a continuación.
LA APROBACIÓN DE UN PLAN DE GESTIÓN DEL LOBO EN CANTABRIA
Primera.- La primera y fundamental reivindicación que queremos trasladar al Gobierno Regional y a los representantes de partidos políticos con presencia en Cantabria, es la necesidad urgente de elaborar y aprobar un Plan de Gestión del Lobo en Cantabria, en la línea de los documentos aprobados por CCAA vecinas: Galicia (aprobado en 2008), Asturias (aprobado en 2002 y actualmente en fase final de revisión) y Castilla y León (aprobado en 2008 y actualmente en fase final de revisión). Los planes tienen objetivos similares, que pueden resumirse en mantener una población de lobos viable coexistiendo de la mejor manera posible con las explotaciones agroganaderas y la población del medio rural, minimizando la incidencia sobre la cabaña ganadera y optimizando la política de compensación de daños.
Segunda.- El Plan de Gestión del Lobo tiene que incorporar la Mesa del Lobo en Cantabria, como órgano de participación, asesoramiento e intercambio de experiencias entre todos los sectores sociales implicados. Los abajo firmantes somos realmente el germen de la Mesa del Lobo, y proponemos a la consejería de Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural que seamos tenidos en cuenta en la composición formal de la Mesa del Lobo. Con independencia de otros actores cuya presencia se considere necesaria en esa Mesa, sería conveniente contar también con representantes de la guardería del Gobierno Regional y del Seprona.
EL ÁMBITO DE APLICACIÓN DEL PLAN DE GESTIÓN
Tercera.- El ámbito de aplicación del Plan de Gestión tendría que ser en la totalidad del territorio de Cantabria. Con el objetivo de favorecer una gestión más eficaz, es conveniente establecer una zonificación atendiendo a las distintas características orográficas, socioeconómicas y ecológicas del territorio. Esta zonificación deberá tener en cuenta la idoneidad o no de los territorios para albergar una población estable de lobos. Además, es conveniente revisar periódicamente la citada zonificación.
LA COMPATIBILIZACIÓN CON LA GANADERÍA
Medidas de control
Cuarta.- Medidas de control poblacional.Consideramos que los cupos de extracción tienen que determinarse a partir de estimaciones de la población rigurosas que, en una Comunidad de poca extensión como es Cantabria, deberían realizarse con una periodicidad bianual, y teniendo en cuenta criterios técnicos y científicos como el censo, la presencia continuada de ejemplares en zonas declaradas como no idóneas para la especie, la disponibilidad y densidad de presas silvestres y el número de daños. Según los resultados del estudio, se tienen que establecer los métodos de control más eficaces y apropiados para cada zona.
La indemnización de los daños
Quinta.- El coste de los daños tiene que ser asumido en su totalidad y en todo el territorio de Cantabria por la Consejería, que detente las competencias de gestión de la Biodiversidad. Los daños de lobo tienen que suponer el coste cero para los ganaderos. El mecanismo para el pago de los daños tiene que ser aquel que garantice que los ganaderos cobren las indemnizaciones en un plazo razonablemente breve, minimizando la burocratización actual. El peritaje es recomendable que siga siendo realizado por los guardas, ateniéndose a un protocolo claro que descarte las interpretaciones subjetivas o arbitrarias. En casos excepcionales y muy bien justificados, se debería permitir al ganadero recusar a un perito. Los peritajes y la resolución de los expedientes tienen que tener en cuenta la dificultad técnica a la hora de determinar en muchos casos si los daños han sido ocasionados por perros o por lobos; cuando haya dudas razonables, la resolución tiene que favorecer al ganadero. En este sentido, sería conveniente que el sistema de indemnización que se adopte, contemple la depredación por cánidos, sin tener que demostrar la participación del lobo, para evitar la inseguridad jurídica y la denegación de los expedientes en los que esta participación no se ha demostrado con total seguridad. Proponemos que a la hora de valorar adecuadamente los daños se tengan en cuenta las diferencias de edad, raza y genética dentro cada uno de los tipos de ganado, con el fin de que la indemnización sea lo más justa posible, adaptada a cada animal.
Sexta.- Entendemos que el cobro de indemnizaciones no está supeditado a que el ganadero tenga la obligatoriedad de implementar las medidas preventivas que aparecen en el siguiente apartado.
Séptima.- Consideramos muy conveniente que el Plan de Gestión contemple la creación de una ‘Comisión de Daños’, que se reúna periódicamente para llevar un seguimiento continuo de los daños provocados por el lobo y evalúe el buen funcionamiento del sistema de indemnización. Para favorecer el buen trabajo de esta Comisión, sería interesante establecer un ‘Buzón de atención al ganadero’ que recoja las sugerencias y aportaciones de los ganaderos.
Medidas de prevención
Octava.- Con el objeto de reducir los daños de los lobos a las explotaciones ganaderas, consideramos necesario que se favorezca y generalice la adopción de medidas de prevención de daños, como el empleo de mastines, cercados electrificados fijos o móviles, el agrupamiento de rebaños y la contratación de pastores, y aquellas otras medidas que puedan contribuir a disminuir los ataques de lobo. Para generalizar las medidas de prevención, que se detallarían en el Plan de Gestión según zonas y tipo de explotación, se propone que la administración competente establezca una línea de subvenciones que cubra el coste total de las medidas preventivas.
Novena.- Las medidas de prevención son irrenunciables para disminuir la conflictividad asociada a los ataques de lobo y, por ello, además de un coste cero para el ganadero, los abajo firmantes tenemos que hacer un trabajo muy importante de concienciación y un esfuerzo para divulgar y favorecer la adopción de las medidas preventivas.
Medidas compensatorias
Décima.- De forma complementaria, y dada la incidencia de la especie sobre algunas explotaciones ganaderas y la conflictividad social que genera, proponemos el establecimiento de un fondo económico, vinculado al Plan de Gestión, que cubra el sobrecoste que supone la convivencia con esta especie y compense el lucro cesante. El Plan de Gestión recogería, a propuesta de la Mesa del Lobo, los criterios de compensación. Solamente podrán beneficiarse de estas ayudas, las explotaciones ganaderas que hayan adoptado medidas de prevención.
Onceava.-Vinculado a este fondo, proponemos que se articulen ayudas económicas a proyectos presentados por los ganaderos, cooperativas o sindicatos, que reduzcan los daños del lobo mediante cambios en el manejo del ganado, en la producción o a través de la integración de nuevas actividades económicas que rentabilicen la protección del medio natural en las explotaciones.
LA MORTALIDAD ILEGAL DE LA ESPECIE
Duodécima.- Los abajo firmantes, queremos demostrar nuestro compromiso con las medidas para combatir la muerte ilegal de lobos que en su momento recoja el Plan de Gestión, manifestando nuestra tolerancia cero con el furtivismo y el uso de veneno.
Por todo ello, SOLICITAMOS:
Tenga por presentada mediante el presente escrito las bases elaboradas por las instituciones que encabezan éste, interesando la creación urgente de la Mesa del Lobo en Cantabria, como órgano de participación, asesoramiento e intercambio de experiencias entre todos los sectores sociales implicados al objeto de debatir las propuestas que se adjuntan en el cuerpo del presente escrito y sumar todas aquellas que ser propongan y que enriquezcan normativamente un verdadero –Plan de la Gestión del Lobo– que sea asumido por instituciones y ciudadanos de Cantabria .
Las asociaciones Ovican, ASAJA Cantabria, UGAM-COAG, Federación Cántabra de Caza, Fundación Naturaleza y Hombre, Gedemol, Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, Fundación Oso Pardo y Fundación Félix Rodríguez de la Fuente han alcanzado un acuerdo para la conservación del lobo en Cantabria, consensuando una series de aspectos relativos a la gestión de la especie que asegure su conservación y su cohabitación con las actividades ganaderas.
Las organizaciones firmantes exponen los siguiente:
“En todos los países donde hay lobos su gestión no está libre de dificultades y controversias, por los ataques al ganado y por encarnar símbolos opuestos para diferentes sectores de la sociedad. Cualquier Plan de Gestión de la especie exige que los colectivos implicados derrochen tolerancia y agudicen su capacidad de alcanzar acuerdos y compromisos, en los que inevitablemente cada grupo deberá renunciar a una parte de sus reivindicaciones en beneficio de un consenso razonable.
Conscientes de ello, los abajo firmantes, representantes de las asociaciones ganaderas, de la Federación Cántabra de Caza y de asociaciones conservacionistas de Cantabria, nos hemos reunido en diferentes ocasiones con el objeto de consensuar directrices y medidas sobre los aspectos más relevantes y que ofrecen más dificultad de la gestión del lobo. No hemos debatido otras medidas de investigación, sensibilización o turismo vinculado al lobo, que también son sensibles de incorporarse a un Plan de Gestión con el fin de procurar la cohabitación.
Queremos destacar que esas reuniones se han desarrollado con una resaltable cordialidad, sensatez y con un esfuerzo notable por todas las partes para buscar el mejor consenso. Las directrices y medidas que hemos consensuado y proponemos que sean recogidas, junto a otras a debatir, en el Plan de Gestión del Lobo en Cantabria, se exponen a continuación.
LA APROBACIÓN DE UN PLAN DE GESTIÓN DEL LOBO EN CANTABRIA
Primera.- La primera y fundamental reivindicación que queremos trasladar al Gobierno Regional y a los representantes de partidos políticos con presencia en Cantabria es la necesidad urgente de elaborar y aprobar un Plan de Gestión del Lobo en Cantabria, en la línea de los documentos aprobados por CCAA vecinas: Galicia (aprobado en 2008), Asturias (aprobado en 2002 y actualmente en fase final de revisión) y Castilla y León (aprobado en 2008 y actualmente en fase final de revisión). Los planes tienen objetivos similares, que pueden resumirse en mantener una población de lobos viable coexistiendo de la mejor manera posible con las explotaciones agroganaderas y la población del medio rural, minimizando la incidencia sobre la cabaña ganadera y optimizando la política de compensación de daños.
Segunda.- El Plan de Gestión del Lobo tiene que incorporar la Mesa del Lobo en Cantabria, como órgano de participación, asesoramiento e intercambio de experiencias entre todos los sectores sociales implicados. Los abajo firmantes somos realmente el germen de la Mesa del Lobo, y proponemos a la consejería de Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural que seamos tenidos en cuenta en la composición formal de la Mesa del Lobo. Con independencia de otros actores cuya presencia se considere necesaria en esa Mesa, sería conveniente contar también con representantes de la guardería del Gobierno Regional y del Seprona.
EL ÁMBITO DE APLICACIÓN DEL PLAN DE GESTIÓN
Tercera.- El ámbito de aplicación del Plan de Gestión tendría que ser en la totalidad del territorio de Cantabria. Con el objetivo de favorecer una gestión más eficaz, es conveniente establecer una zonificación atendiendo a las distintas características orográficas, socioeconómicas y ecológicas del territorio. Esta zonificación deberá tener en cuenta la idoneidad o no de los territorios para albergar una población estable de lobos. Además, es conveniente revisar periódicamente la citada zonificación.
LA COMPATIBILIZACIÓN CON LA GANADERÍA
Medidas de control
Cuarta.- Medidas de control poblacional. Consideramos que los cupos de extracción tienen que determinarse a partir de estimaciones de la población rigurosas que, en una Comunidad de poca extensión como es Cantabria, deberían realizarse con una periodicidad bianual, y teniendo en cuenta criterios técnicos y científicos como el censo, la presencia continuada de ejemplares en zonas declaradas como no idóneas para la especie, la disponibilidad y densidad de presas silvestres y el número de daños. Según los resultados del estudio, se tienen que establecer los métodos de control más eficaces y apropiados para cada zona.
La indemnización de los daños
Quinta.- El coste de los daños tiene que ser asumido en su totalidad y en todo el territorio de Cantabria por la Consejería, que detente las competencias de gestión de la Biodiversidad. Los daños de lobo tienen que suponer el coste cero para los ganaderos. El mecanismo para el pago de los daños tiene que ser aquel que garantice que los ganaderos cobren las indemnizaciones en un plazo razonablemente breve, minimizando la burocratización actual. El peritaje es recomendable que siga siendo realizado por los guardas, ateniéndose a un protocolo claro que descarte las interpretaciones subjetivas o arbitrarias. En casos excepcionales y muy bien justificados, se debería permitir al ganadero recusar a un perito. Los peritajes y la resolución de los expedientes tienen que tener en cuenta la dificultad técnica a la hora de determinar en muchos casos si los daños han sido ocasionados por perros o por lobos; cuando haya dudas razonables, la resolución tiene que favorecer al ganadero. En este sentido, sería conveniente que el sistema de indemnización que se adopte contemple la depredación por cánidos, sin tener que demostrar la participación del lobo, para evitar la inseguridad jurídica y la denegación de los expedientes en los que esta participación no se ha demostrado con total seguridad. Proponemos que a la hora de valorar adecuadamente los daños se tengan en cuenta las diferencias de edad, raza y genética dentro cada uno de los tipos de ganado, con el fin de que la indemnización sea lo más justa posible, adaptada a cada animal.
Sexta.- Entendemos que el cobro de indemnizaciones no está supeditado a que el ganadero tenga la obligatoriedad de implementar las medidas preventivas que aparecen en el siguiente apartado.
Séptima.- Consideramos muy conveniente que el Plan de Gestión contemple la creación de una ‘Comisión de Daños’, que se reúna periódicamente para llevar un seguimiento continuo de los daños provocados por el lobo y evalúe el buen funcionamiento del sistema de indemnización. Para favorecer el buen trabajo de esta Comisión, sería interesante establecer un ‘Buzón de atención al ganadero’ que recoja las sugerencias y aportaciones de los ganaderos.
Medidas de prevención
Octava.- Con el objeto de reducir los daños de los lobos a las explotaciones ganaderas, consideramos necesario que se favorezca y generalice la adopción de medidas de prevención de daños, como el empleo de mastines, cercados electrificados fijos o móviles, el agrupamiento de rebaños y la contratación de pastores, y aquellas otras medidas que puedan contribuir a disminuir los ataques de lobo. Para generalizar las medidas de prevención, que se detallarían en el Plan de Gestión según zonas y tipo de explotación, se propone que la administración competente establezca una línea de subvenciones que cubra el coste total de las medidas preventivas.
Novena.- Las medidas de prevención son irrenunciables para disminuir la conflictividad asociada a los ataques de lobo y, por ello, además de un coste cero para el ganadero, los abajo firmantes tenemos que hacer un trabajo muy importante de concienciación y un esfuerzo para divulgar y favorecer la adopción de las medidas preventivas.
Medidas compensatorias
Décima.- De forma complementaria, y dada la incidencia de la especie sobre algunas explotaciones ganaderas y la conflictividad social que genera, proponemos el establecimiento de un fondo económico, vinculado al Plan de Gestión, que cubra el sobrecoste que supone la convivencia con esta especie y compense el lucro cesante. El Plan de Gestión recogería, a propuesta de la Mesa del Lobo, los criterios de compensación. Solamente podrán beneficiarse de estas ayudas, las explotaciones ganaderas que hayan adoptado medidas de prevención.
Undécima.- Vinculado a este fondo, proponemos que se articulen ayudas económicas a proyectos presentados por los ganaderos, cooperativas o sindicatos, que reduzcan los daños del lobo mediante cambios en el manejo del ganado, en la producción o a través de la integración de nuevas actividades económicas que rentabilicen la protección del medio natural en las explotaciones.
LA MORTALIDAD ILEGAL DE LA ESPECIE
Duodécima.- Los abajo firmantes queremos demostrar nuestro compromiso con las medidas para combatir la muerte ilegal de lobos que en su momento recoja el Plan de Gestión, manifestando nuestra tolerancia cero con el furtivismo y el uso de veneno.
Por todo ello los firmantes, SOLICITAMOS la creación urgente de la Mesa del Lobo en Cantabria como órgano de participación, asesoramiento e intercambio de experiencias entre todos los sectores sociales implicados al objeto de debatir las propuestas que se adjuntan en el presente escrito, y sumar todas aquellas que ser propongan y que enriquezcan normativamente un verdadero -Plan de la Gestión del Lobo- que sea asumido por instituciones y ciudadanos de Cantabria .”
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Las asociaciones Ovican, ASAJA Cantabria, UGAM-COAG, Federación Cántabra de Caza, Fundación Naturaleza y Hombre, Gedemol, Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, Fundación Oso Pardo y Fundación Félix Rodríguez de la Fuente han alcanzado un acuerdo para la conservación del lobo en Cantabria, consensuando una series de aspectos relativos a la gestión de la especie que asegure su conservación y su cohabitación con las actividades ganaderas.
Las organizaciones firmantes exponen los siguiente:
“En todos los países donde hay lobos su gestión no está libre de dificultades y controversias, por los ataques al ganado y por encarnar símbolos opuestos para diferentes sectores de la sociedad. Cualquier Plan de Gestión de la especie exige que los colectivos implicados derrochen tolerancia y agudicen su capacidad de alcanzar acuerdos y compromisos, en los que inevitablemente cada grupo deberá renunciar a una parte de sus reivindicaciones en beneficio de un consenso razonable.
Conscientes de ello, los abajo firmantes, representantes de las asociaciones ganaderas, de la Federación Cántabra de Caza y de asociaciones conservacionistas de Cantabria, nos hemos reunido en diferentes ocasiones con el objeto de consensuar directrices y medidas sobre los aspectos más relevantes y que ofrecen más dificultad de la gestión del lobo. No hemos debatido otras medidas de investigación, sensibilización o turismo vinculado al lobo, que también son sensibles de incorporarse a un Plan de Gestión con el fin de procurar la cohabitación.
Queremos destacar que esas reuniones se han desarrollado con una resaltable cordialidad, sensatez y con un esfuerzo notable por todas las partes para buscar el mejor consenso. Las directrices y medidas que hemos consensuado y proponemos que sean recogidas, junto a otras a debatir, en el Plan de Gestión del Lobo en Cantabria, se exponen a continuación.
LA APROBACIÓN DE UN PLAN DE GESTIÓN DEL LOBO EN CANTABRIA
Primera.- La primera y fundamental reivindicación que queremos trasladar al Gobierno Regional y a los representantes de partidos políticos con presencia en Cantabria es la necesidad urgente de elaborar y aprobar un Plan de Gestión del Lobo en Cantabria, en la línea de los documentos aprobados por CCAA vecinas: Galicia (aprobado en 2008), Asturias (aprobado en 2002 y actualmente en fase final de revisión) y Castilla y León (aprobado en 2008 y actualmente en fase final de revisión). Los planes tienen objetivos similares, que pueden resumirse en mantener una población de lobos viable coexistiendo de la mejor manera posible con las explotaciones agroganaderas y la población del medio rural, minimizando la incidencia sobre la cabaña ganadera y optimizando la política de compensación de daños.
Segunda.- El Plan de Gestión del Lobo tiene que incorporar la Mesa del Lobo en Cantabria, como órgano de participación, asesoramiento e intercambio de experiencias entre todos los sectores sociales implicados. Los abajo firmantes somos realmente el germen de la Mesa del Lobo, y proponemos a la consejería de Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural que seamos tenidos en cuenta en la composición formal de la Mesa del Lobo. Con independencia de otros actores cuya presencia se considere necesaria en esa Mesa, sería conveniente contar también con representantes de la guardería del Gobierno Regional y del Seprona.
EL ÁMBITO DE APLICACIÓN DEL PLAN DE GESTIÓN
Tercera.- El ámbito de aplicación del Plan de Gestión tendría que ser en la totalidad del territorio de Cantabria. Con el objetivo de favorecer una gestión más eficaz, es conveniente establecer una zonificación atendiendo a las distintas características orográficas, socioeconómicas y ecológicas del territorio. Esta zonificación deberá tener en cuenta la idoneidad o no de los territorios para albergar una población estable de lobos. Además, es conveniente revisar periódicamente la citada zonificación.
LA COMPATIBILIZACIÓN CON LA GANADERÍA
Medidas de control
Cuarta.- Medidas de control poblacional. Consideramos que los cupos de extracción tienen que determinarse a partir de estimaciones de la población rigurosas que, en una Comunidad de poca extensión como es Cantabria, deberían realizarse con una periodicidad bianual, y teniendo en cuenta criterios técnicos y científicos como el censo, la presencia continuada de ejemplares en zonas declaradas como no idóneas para la especie, la disponibilidad y densidad de presas silvestres y el número de daños. Según los resultados del estudio, se tienen que establecer los métodos de control más eficaces y apropiados para cada zona.
La indemnización de los daños
Quinta.- El coste de los daños tiene que ser asumido en su totalidad y en todo el territorio de Cantabria por la Consejería, que detente las competencias de gestión de la Biodiversidad. Los daños de lobo tienen que suponer el coste cero para los ganaderos. El mecanismo para el pago de los daños tiene que ser aquel que garantice que los ganaderos cobren las indemnizaciones en un plazo razonablemente breve, minimizando la burocratización actual. El peritaje es recomendable que siga siendo realizado por los guardas, ateniéndose a un protocolo claro que descarte las interpretaciones subjetivas o arbitrarias. En casos excepcionales y muy bien justificados, se debería permitir al ganadero recusar a un perito. Los peritajes y la resolución de los expedientes tienen que tener en cuenta la dificultad técnica a la hora de determinar en muchos casos si los daños han sido ocasionados por perros o por lobos; cuando haya dudas razonables, la resolución tiene que favorecer al ganadero. En este sentido, sería conveniente que el sistema de indemnización que se adopte contemple la depredación por cánidos, sin tener que demostrar la participación del lobo, para evitar la inseguridad jurídica y la denegación de los expedientes en los que esta participación no se ha demostrado con total seguridad. Proponemos que a la hora de valorar adecuadamente los daños se tengan en cuenta las diferencias de edad, raza y genética dentro cada uno de los tipos de ganado, con el fin de que la indemnización sea lo más justa posible, adaptada a cada animal.
Sexta.- Entendemos que el cobro de indemnizaciones no está supeditado a que el ganadero tenga la obligatoriedad de implementar las medidas preventivas que aparecen en el siguiente apartado.
Séptima.- Consideramos muy conveniente que el Plan de Gestión contemple la creación de una ‘Comisión de Daños’, que se reúna periódicamente para llevar un seguimiento continuo de los daños provocados por el lobo y evalúe el buen funcionamiento del sistema de indemnización. Para favorecer el buen trabajo de esta Comisión, sería interesante establecer un ‘Buzón de atención al ganadero’ que recoja las sugerencias y aportaciones de los ganaderos.
Medidas de prevención
Octava.- Con el objeto de reducir los daños de los lobos a las explotaciones ganaderas, consideramos necesario que se favorezca y generalice la adopción de medidas de prevención de daños, como el empleo de mastines, cercados electrificados fijos o móviles, el agrupamiento de rebaños y la contratación de pastores, y aquellas otras medidas que puedan contribuir a disminuir los ataques de lobo. Para generalizar las medidas de prevención, que se detallarían en el Plan de Gestión según zonas y tipo de explotación, se propone que la administración competente establezca una línea de subvenciones que cubra el coste total de las medidas preventivas.
Novena.- Las medidas de prevención son irrenunciables para disminuir la conflictividad asociada a los ataques de lobo y, por ello, además de un coste cero para el ganadero, los abajo firmantes tenemos que hacer un trabajo muy importante de concienciación y un esfuerzo para divulgar y favorecer la adopción de las medidas preventivas.
Medidas compensatorias
Décima.- De forma complementaria, y dada la incidencia de la especie sobre algunas explotaciones ganaderas y la conflictividad social que genera, proponemos el establecimiento de un fondo económico, vinculado al Plan de Gestión, que cubra el sobrecoste que supone la convivencia con esta especie y compense el lucro cesante. El Plan de Gestión recogería, a propuesta de la Mesa del Lobo, los criterios de compensación. Solamente podrán beneficiarse de estas ayudas, las explotaciones ganaderas que hayan adoptado medidas de prevención.
Undécima.- Vinculado a este fondo, proponemos que se articulen ayudas económicas a proyectos presentados por los ganaderos, cooperativas o sindicatos, que reduzcan los daños del lobo mediante cambios en el manejo del ganado, en la producción o a través de la integración de nuevas actividades económicas que rentabilicen la protección del medio natural en las explotaciones.
LA MORTALIDAD ILEGAL DE LA ESPECIE
Duodécima.- Los abajo firmantes queremos demostrar nuestro compromiso con las medidas para combatir la muerte ilegal de lobos que en su momento recoja el Plan de Gestión, manifestando nuestra tolerancia cero con el furtivismo y el uso de veneno.
Por todo ello los firmantes, SOLICITAMOS la creación urgente de la Mesa del Lobo en Cantabria como órgano de participación, asesoramiento e intercambio de experiencias entre todos los sectores sociales implicados al objeto de debatir las propuestas que se adjuntan en el presente escrito, y sumar todas aquellas que ser propongan y que enriquezcan normativamente un verdadero -Plan de la Gestión del Lobo- que sea asumido por instituciones y ciudadanos de Cantabria .”
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Las asociaciones Ovican, ASAJA Cantabria, UGAM-COAG, Federación Cántabra de Caza, Fundación Naturaleza y Hombre, Gedemol, Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, Fundación Oso Pardo y Fundación Félix Rodríguez de la Fuente han alcanzado un acuerdo para la conservación del lobo en Cantabria, consensuando una series de aspectos relativos a la gestión de la especie que asegure su conservación y su cohabitación con las actividades ganaderas.
Las organizaciones firmantes exponen los siguiente:
“En todos los países donde hay lobos su gestión no está libre de dificultades y controversias, por los ataques al ganado y por encarnar símbolos opuestos para diferentes sectores de la sociedad. Cualquier Plan de Gestión de la especie exige que los colectivos implicados derrochen tolerancia y agudicen su capacidad de alcanzar acuerdos y compromisos, en los que inevitablemente cada grupo deberá renunciar a una parte de sus reivindicaciones en beneficio de un consenso razonable.
Conscientes de ello, los abajo firmantes, representantes de las asociaciones ganaderas, de la Federación Cántabra de Caza y de asociaciones conservacionistas de Cantabria, nos hemos reunido en diferentes ocasiones con el objeto de consensuar directrices y medidas sobre los aspectos más relevantes y que ofrecen más dificultad de la gestión del lobo. No hemos debatido otras medidas de investigación, sensibilización o turismo vinculado al lobo, que también son sensibles de incorporarse a un Plan de Gestión con el fin de procurar la cohabitación.
Queremos destacar que esas reuniones se han desarrollado con una resaltable cordialidad, sensatez y con un esfuerzo notable por todas las partes para buscar el mejor consenso. Las directrices y medidas que hemos consensuado y proponemos que sean recogidas, junto a otras a debatir, en el Plan de Gestión del Lobo en Cantabria, se exponen a continuación.
LA APROBACIÓN DE UN PLAN DE GESTIÓN DEL LOBO EN CANTABRIA
Primera.- La primera y fundamental reivindicación que queremos trasladar al Gobierno Regional y a los representantes de partidos políticos con presencia en Cantabria es la necesidad urgente de elaborar y aprobar un Plan de Gestión del Lobo en Cantabria, en la línea de los documentos aprobados por CCAA vecinas: Galicia (aprobado en 2008), Asturias (aprobado en 2002 y actualmente en fase final de revisión) y Castilla y León (aprobado en 2008 y actualmente en fase final de revisión). Los planes tienen objetivos similares, que pueden resumirse en mantener una población de lobos viable coexistiendo de la mejor manera posible con las explotaciones agroganaderas y la población del medio rural, minimizando la incidencia sobre la cabaña ganadera y optimizando la política de compensación de daños.
Segunda.- El Plan de Gestión del Lobo tiene que incorporar la Mesa del Lobo en Cantabria, como órgano de participación, asesoramiento e intercambio de experiencias entre todos los sectores sociales implicados. Los abajo firmantes somos realmente el germen de la Mesa del Lobo, y proponemos a la consejería de Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural que seamos tenidos en cuenta en la composición formal de la Mesa del Lobo. Con independencia de otros actores cuya presencia se considere necesaria en esa Mesa, sería conveniente contar también con representantes de la guardería del Gobierno Regional y del Seprona.
EL ÁMBITO DE APLICACIÓN DEL PLAN DE GESTIÓN
Tercera.- El ámbito de aplicación del Plan de Gestión tendría que ser en la totalidad del territorio de Cantabria. Con el objetivo de favorecer una gestión más eficaz, es conveniente establecer una zonificación atendiendo a las distintas características orográficas, socioeconómicas y ecológicas del territorio. Esta zonificación deberá tener en cuenta la idoneidad o no de los territorios para albergar una población estable de lobos. Además, es conveniente revisar periódicamente la citada zonificación.
LA COMPATIBILIZACIÓN CON LA GANADERÍA
Medidas de control
Cuarta.- Medidas de control poblacional. Consideramos que los cupos de extracción tienen que determinarse a partir de estimaciones de la población rigurosas que, en una Comunidad de poca extensión como es Cantabria, deberían realizarse con una periodicidad bianual, y teniendo en cuenta criterios técnicos y científicos como el censo, la presencia continuada de ejemplares en zonas declaradas como no idóneas para la especie, la disponibilidad y densidad de presas silvestres y el número de daños. Según los resultados del estudio, se tienen que establecer los métodos de control más eficaces y apropiados para cada zona.
La indemnización de los daños
Quinta.- El coste de los daños tiene que ser asumido en su totalidad y en todo el territorio de Cantabria por la Consejería, que detente las competencias de gestión de la Biodiversidad. Los daños de lobo tienen que suponer el coste cero para los ganaderos. El mecanismo para el pago de los daños tiene que ser aquel que garantice que los ganaderos cobren las indemnizaciones en un plazo razonablemente breve, minimizando la burocratización actual. El peritaje es recomendable que siga siendo realizado por los guardas, ateniéndose a un protocolo claro que descarte las interpretaciones subjetivas o arbitrarias. En casos excepcionales y muy bien justificados, se debería permitir al ganadero recusar a un perito. Los peritajes y la resolución de los expedientes tienen que tener en cuenta la dificultad técnica a la hora de determinar en muchos casos si los daños han sido ocasionados por perros o por lobos; cuando haya dudas razonables, la resolución tiene que favorecer al ganadero. En este sentido, sería conveniente que el sistema de indemnización que se adopte contemple la depredación por cánidos, sin tener que demostrar la participación del lobo, para evitar la inseguridad jurídica y la denegación de los expedientes en los que esta participación no se ha demostrado con total seguridad. Proponemos que a la hora de valorar adecuadamente los daños se tengan en cuenta las diferencias de edad, raza y genética dentro cada uno de los tipos de ganado, con el fin de que la indemnización sea lo más justa posible, adaptada a cada animal.
Sexta.- Entendemos que el cobro de indemnizaciones no está supeditado a que el ganadero tenga la obligatoriedad de implementar las medidas preventivas que aparecen en el siguiente apartado.
Séptima.- Consideramos muy conveniente que el Plan de Gestión contemple la creación de una ‘Comisión de Daños’, que se reúna periódicamente para llevar un seguimiento continuo de los daños provocados por el lobo y evalúe el buen funcionamiento del sistema de indemnización. Para favorecer el buen trabajo de esta Comisión, sería interesante establecer un ‘Buzón de atención al ganadero’ que recoja las sugerencias y aportaciones de los ganaderos.
Medidas de prevención
Octava.- Con el objeto de reducir los daños de los lobos a las explotaciones ganaderas, consideramos necesario que se favorezca y generalice la adopción de medidas de prevención de daños, como el empleo de mastines, cercados electrificados fijos o móviles, el agrupamiento de rebaños y la contratación de pastores, y aquellas otras medidas que puedan contribuir a disminuir los ataques de lobo. Para generalizar las medidas de prevención, que se detallarían en el Plan de Gestión según zonas y tipo de explotación, se propone que la administración competente establezca una línea de subvenciones que cubra el coste total de las medidas preventivas.
Novena.- Las medidas de prevención son irrenunciables para disminuir la conflictividad asociada a los ataques de lobo y, por ello, además de un coste cero para el ganadero, los abajo firmantes tenemos que hacer un trabajo muy importante de concienciación y un esfuerzo para divulgar y favorecer la adopción de las medidas preventivas.
Medidas compensatorias
Décima.- De forma complementaria, y dada la incidencia de la especie sobre algunas explotaciones ganaderas y la conflictividad social que genera, proponemos el establecimiento de un fondo económico, vinculado al Plan de Gestión, que cubra el sobrecoste que supone la convivencia con esta especie y compense el lucro cesante. El Plan de Gestión recogería, a propuesta de la Mesa del Lobo, los criterios de compensación. Solamente podrán beneficiarse de estas ayudas, las explotaciones ganaderas que hayan adoptado medidas de prevención.
Undécima.- Vinculado a este fondo, proponemos que se articulen ayudas económicas a proyectos presentados por los ganaderos, cooperativas o sindicatos, que reduzcan los daños del lobo mediante cambios en el manejo del ganado, en la producción o a través de la integración de nuevas actividades económicas que rentabilicen la protección del medio natural en las explotaciones.
LA MORTALIDAD ILEGAL DE LA ESPECIE
Duodécima.- Los abajo firmantes queremos demostrar nuestro compromiso con las medidas para combatir la muerte ilegal de lobos que en su momento recoja el Plan de Gestión, manifestando nuestra tolerancia cero con el furtivismo y el uso de veneno.
Por todo ello los firmantes, SOLICITAMOS la creación urgente de la Mesa del Lobo en Cantabria como órgano de participación, asesoramiento e intercambio de experiencias entre todos los sectores sociales implicados al objeto de debatir las propuestas que se adjuntan en el presente escrito, y sumar todas aquellas que ser propongan y que enriquezcan normativamente un verdadero -Plan de la Gestión del Lobo- que sea asumido por instituciones y ciudadanos de Cantabria .”
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