La consejería tiene más dotación económica, pero en el reparto no atiende a las necesidades de los productores
ASAJA Cantabria recibió con esperanza el aumento del presupuesto de la consejería de Medio Rural (+ 12 millones de euros). Ahora que ya se conoce cómo se reparten las cantidades, esta Asociación lo considera una burla al sector ganadero y agricultor y un bluf absoluto. Los productores de Cantabria atraviesan una fuerte crisis, aseverada por la falta de relevo generacional, la crisis de precios y la desaparición de cada vez más explotaciones de leche.
Pese a esto, la consejería de Jesús Oria no atiende a líneas estratégicas como por ejemplo el incremento en los ‘planes de mejora y nuevas incorporaciones’, que son uno de los motores fundamentales en las zonas rurales, ya que generan empleo, porque se construyen infraestructuras en explotaciones ganaderas, generando trabajo a los habitantes de las zonas locales. Además, también promueve la incorporación de jóvenes al campo. ASAJA lamenta que esta línea de ayudas deficitaria, que deja fuera a una media de 200 posibles beneficiarios cada año, no aumente su dotación, después de haberlo solicitado en numerosas mesas de negociación.
No obstante, sí se aumentan en un 80% las ayudas a la transformación y comercialización de la industria agroalimentaria, sin que en las bases se premie a aquellas que empleen materias primas de Cantabria, para así reactivar al sector productor. Desde ASAJA se solicitó en la Mesa Láctea, en las mesas regionales agrarias y en las reuniones con la ODECA, que era necesario apostar por los productos y los productores de esta región, el eslabón más débil de la cadena y el que asienta las poblaciones en las zonas rurales.
Por otro lado, se valoró positivamente el abono de los más de 2 millones relativos a la deuda histórica de la Prima Nacional Complementaria por vaca nodriza que este Gobierno adquirió en los años 2009 y 2010. Pero, a pesar de que han pasado 7 años y a que se acordó en el Parlamento de Cantabria abonarla en los PGC 2017, se decide fraccionar la deuda. Esta organización apostó porque se abonara el 100%, porque así fue el compromiso adquirido y no entiende que ahora se modifique este acuerdo, tras casi una década esperando un dinero legítimo.
Otro de los asuntos más preocupantes es el estado de la Sanidad Animal, concretamente el aumento de los positivos en tuberculosis bovina y el reciente cierre de movimientos de animales en Campoo, Cabuérniga y Los Tojos, sin que la consejería haya mantenido una reunión con las Organizaciones Profesionales Agrarias para transmitir esta decisión de inmovilismo.
En definitiva, este sindicato no ve voluntad tangible por arreglar la crisis del sector ganadero y agricultor, sino intentos de maquillar una situación de desastre, donde si no se establecen líneas estratégicas que integren a los habitantes de los pueblos y a los productores, Cantabria se quedará sin otro sector.