ASAJA Cantabria ruega celeridad a la Consejería de Ganadería en la implementación del seguro de responsabilidad patrimonial, que favorecerá el cobro de indemnizaciones por daños ocasionados al ganado por fauna silvestre. Los ganaderos cántabros continúan a la espera de esta nueva vía que supuestamente disminuye el tiempo de espera para el cobro de los importes indemnizatorios y disminuye los trámites burocráticos. Desde esta Asociación, se pide que el nuevo sistema se implante cuanto antes, ya que estos son los meses donde más lobadas de producen (el pico es en octubre). Al mismo tiempo, ASAJA solicita al Gobierno que deje de verter informaciones de lo que va a hacer y que lo ejecute, porque el problema del lobo es de años atrás y aún no se ha hecho nada al respecto.
Los ganaderos advierten de que los lobos están descontrolados y no tienen miedo a la presencia humana, porque campan a sus anchas en las inmediaciones de los pueblos. Los ganaderos no duermen tranquilos y tienen que estar constantemente visitando a su ganado para asegurarse de que están bien o, si ha habido un ataque, tienen que avisar al guarda y comenzar con el eterno papeleo por daños patrimoniales, todo ello para cobrar, si así lo considera la Administración, la indemnización 3-4 años después del daño. Un gran número de ganaderos expresan su malestar porque en muchos casos no cobran las indemnizaciones, por falta de operatividad en el momento de la denuncia por un ataque de lobo. Cuando llegan los agentes que tienen que certificar que la muerte ha sido por lobo suele ser tarde, porque los buitres han acabado con el cadáver.
Por otro lado, esta Asociación considera necesario tener conocimiento del Plan de Gestión del Lobo en Cantabria, para saber el censo de este depredador y poder tomar medidas al respecto. Los ganaderos no quieren el exterminio del lobo, quieren un Plan de Gestión para tener la población controlada y unas indemnizaciones que lleguen antes de los 4 años de media, que es lo que tardan ahora los afectados en cobrar. No es lógico que se alargue algo que ya debía estar sobre la mesa. La consejería de Ganadería aseguró que en septiembre iba a presentarse el Plan de Gestión del Lobo en Cantabria y también se comenzaría con el nuevo sistema de cobro de indemnizaciones.
Pasan los meses, los años y todo sigue igual. El Gobierno se lava las manos y retrasa las acciones importantes. Mientras tanto, el trasvase de ejemplares de lobo ibérico es constante entre Asturias, Cantabria y Castilla-león, pero sigue sin existir un censo real de las manadas. Los últimos datos se remontan nada más y nada menos que al siglo pasado, en 1987 se creó un mapa aproximado de la distribución del lobo, con los datos de lobos abatidos y lobos observados. A día de hoy, sólo se sabe que la población de lobos está proliferando, pero se desconoce el número. Esta Asociación exige soluciones reales ante una problemática sangrante para el ganadero.