El Centro Común de Investigación de la Comisión Europea (JRC) ha publicado un informe en pleno periodo vacacional sobre el impacto de sus estrategias verdes “Biodiversidad” y “Del campo a la mesa”, cuando la mayoría de interesados de la UE se encuentran de vacaciones.
En dicho informe se señala que la ejecución de estas estrategias conllevará a la disminución de la capacidad de producción de la Unión Europea y de los ingresos de los agricultores. De manera que finalmente se acabaría dependiendo de terceros países.
Si concretamos más en los datos del estudio, todos los sectores muestran en dicho informe una disminución en la producción de entre el 5 % y el 15 % siendo los ganaderos los más afectados
También se muestra que unos cambios en la producción acontecerían la pérdida de la posición neta de exportación de cereales, carne de cerdo y aves de corral como también al agravamiento del déficit comercial en sectores como el de la carne de vacuno, ovino o el de las frutas y hortalizas.
Y en el estudio se señala como los precios de producción contarían con el aumento neto de aproximadamente un 10 %, siendo este negativo para los ingresos de los agricultores.
Aunque son muchos los ecologistas piensan que con estas estrategias se reducirían los gases de efecto invernadero esto no es correcto, ya que estas emisiones seguirían existiendo y subiendo en otros países de los que se dependería si se deja caer a la agricultura de esta forma.
«La Unión Europea debe ser tan ambiciosa en su política comercial como lo es con sus estrategias internas»
Desde Copa – Cogeca su Secretario General, Pekka Pesonen, ha respondido de la siguiente manera ante la noticia del informe: “Este informe, incluso con todas las precauciones que hay que tener en cuenta en cuanto a su metodología y alcance, confirma muchos de nuestros análisis. Esta nueva PAC llevará a los agricultores a realizar las transiciones necesarias para aumentar su sostenibilidad, pero en ningún caso se trata de un “statu quo” como les gusta repetir a algunas ONG de Bruselas.»
Pesonen quiso remarcar que seguir con estas estrategias como “Biodiversidad” y “Del campo a la mesa”, no lograrán otra cosa que «una brecha cada vez mayor en las prácticas y la competitividad con nuestros competidores internacionales. Si no queremos organizar la deslocalización de parte de nuestra agricultura a terceros países, la Unión Europea debe ser tan ambiciosa en su política comercial como lo es con sus estrategias internas.»